La televisión de hoy en día esta llena de programas basura.
Muchos de ellos incitas a la violencia, tanto verbal como no verbal. Programas
como "Sálvame" o "El gato al agua" incitan constantemente
al odio entre personas, uno por crear la falsa ilusión de la fama creada a
partir de la propagación de los problemas de la sociedad mediante el chismorreo
y el otro por incitar a la destrucción cultural de todo aquello ajeno a la
propia ideología.
En nuestra sociedad hay un perfil de público que acepta ese
tipo de programación en nuestros hogares y les proporciona una audiencia lo
suficientemente alta como para subsistir en nuestras pantallas. A esto se suma
la franja horaria a la que son emitidos dichos programas, entre las cuatro y
las siete de la tarde, que favorece que los niños de las casas en las cuales
se consume este tipo de
"telebasura", crezcan con los valores morales que ven en los sujetos
que protagonizan los susodichos programas.
Sin embargo, este tipo de violencia, aunque preocupante, no
es lo peor que encontramos en televisión. Programas como "Smack Down"
incitan a los jóvenes a emular técnicas marciales peligrosas en el recreo y
en los parques. Incluso los actores profesionales que las ejecutan han sufrido
graves accidentes durante los rodajes y lo peor es que las cadenas lo venden
como si se tratara de un evento premeditado más. La muerte del actor que
protagonizaba al luchador Randy Orton sucedió en directo y se vendió como un
espectáculo mas.
También son destacables los dudosos horarios en los que se
ponen las películas. Hace poco pusieron a media tarde la película “Destino
Final 2”, basada sencillamente en la muerte de todos las personas en pantalla
de una manera grotesca y brutal.
Sinceramente creo, que es necesario un replanteamiento de la
violencia en la sociedad actual. La televisión puede ser un medio informativo y
educacional tremendamente poderoso e influyente y por eso debe ser tratado con
el respeto correspondiente ya que muchas de las personas que consumen los
programas en emisión son tremendamente influenciables o sensibles y pueden
quedar marcadas y traumatizadas. Tampoco creo que queramos que nuestros niños
crezcan en una sociedad donde la violencia es un estímulo al placer. Cada vez es
mas difícil controlar a los niños en las aulas y la violencia de género aumenta
de manera exponencial. Si esta es la sociedad que buscamos para el futuro
deberíamos replanteárnoslo.

