¡Qué mágica es la navidad¡ Todas las personas hemos llevado las navidades
con un “hoy es nochebuena y mañana navidad” de fondo, pero, ¿Cómo interpretamos
ese villancico? Navidad, ha nacido nuestro señor, nuestro salvador, la imagen
de dios en la tierra. Todos sabemos que significa eso, pero ¿qué celebramos?
Pues esta festividad en la actualidad casi no entiende de religión, como nunca
lo hizo hasta la llegada de la iglesia católica. En la misma biblia se
encuentran datos sobre el nacimiento del presunto hijo de dios, y nada hace
señalar que fuera en pleno Diciembre. Si es verdad que durante estas mismas
fechas, una gran cantidad de pueblos en todo el mundo celebraban el solsticio
de invierno, una festividad pagana que algunos eruditos católicos usaron para
suplantarla por el nacimiento de su mesías y así ganar adeptos. Pasados unos
cuantos cientos de años, el 24 de diciembre vuelve a no ser la víspera del
nacimiento de un milagroso infante, ahora es la noche en la que un señor
barbudo y grande baja por la chimenea de tu casa para dejar regalos a los niños
a cambio de unas pocas galletas del mercadona y un vasito de leche transgénica.
Si te paras a pensarlo puede ser hasta siniestro, un desconocido vestido de
rojo -y con un saco- entra en tu casa y en la de los demás habitantes de la
tierra (al parecer sólo tiene mapas del denominado “primer mundo”, ya que
olvida las casas de países “subdesarrollados”), todo esto en una noche viajando
en un trineo mecanizado por ciervos muy peculiares, voladores y alguno de ellos
incluso con partes luminiscentes
25 de diciembre, millones de
niños se despiertan con regalos de papa Noel bajo sus árboles de navidad, ¿de
dónde surge esta tradición? Este hombre empezó haciendo estos milagros
navideños bajo el nombre de San Nicolás, en el norte de Europa. Más adelante
este personaje y esta tradición fueron literalmente comprados por una
gran empresa, coca cola. Poco después, este señor cambio su atuendo verde por
uno rojo y blanco, tales como los colores de la marca, cambio a un nombre más
atractivo para las masas y fue explotado para la comercialización de esta
institución.
La navidad, además, se ha convertido en una excusa para reunir
familias. Ese tío al que nunca ves o esa prima que no veías desde las navidades
pasadas, por navidad empieza a interesarse extrañamente por tu vida personal y
a hacer preguntas un tanto incomodas por la falta de confianza. Este fenómeno
se llama “espíritu navideño” donde casualmente la gente se comporta como
debería haberse comportado durante todo el año, parece ser que se necesita una
excusa navideña para actuar bondadosamente con sus seres queridos. ¡Qué mágica
es la navidad!
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